Murcia, 1976.
Dentro del campo de la figuración llevo a cabo una pintura de aire narrativo, en la que trato de perfilar caracteres propios de la naturaleza humana y ahondar en los aspectos de ésta que nos resultan más enigmáticos, dada la desconexión con el todo y la falta de autoconocimiento que impera la época que vivimos. Para ello hago uso principalmente de sueños, arquetipos y mitologías. Es una búsqueda. Utilizo un lenguaje propio de la pintura clásica, en cuanto a los procesos y materiales en general, en un afán por revalorizar el trabajo manual y la pieza única.